sábado, 26 de septiembre de 2015

La otra realidad.

 
    Es increíble que después de una vida de llantos, alegrías y esfuerzos para conseguir lo que uno quiere en el mundo, después de intentar darlo todo en vida, de hacer, deshacer, andar, pensar, leer, decir, aprender... Lo que único que queda sea una caja rota llena de objetos y negativos de antiguas fotos a lo que poca gente sabrá darle valor y que verán inútil
    Lo que no saben es que estamos compuestos de eso, de esa caja rota.
    De cada negativo, de cada carta, incluso de un simple mechero porque los objetos solamente tienen el valor que nosotros les damos.
   ¿Y qué hay más valioso que los recuerdos? 
   Tal vez esto solo sea algo que piensa una eterna humanista que escribe en unas páginas rotas que nadie va a leer y que nadie esté de acuerdo conmigo.
   Pero, ¿acaso al final cuenta algo más? 
 
T.

sábado, 8 de agosto de 2015

Ego II.

    Durante años me han estado diciendo lo que hago mal. Siempre me han estado repitiendo que soy de una manera u otra y que eso era malo, que eso me traería muchos problemas, el ser así. Hubo algunos años que me lo creí. Realmente me creí ser la peor hija del mundo, la peor amiga, la peor novia, la peor nieta..., e incluso me volví así de exigente con las personas aunque en mi interior siguiese pensando que no merecía nada, que no merecía los amigos que tenía, ni la familia que tengo a pesar de los roces porque "en eso consiste la convivencia." 
    Acabé conociendo a unas personas que, aun teniendo miles de fallos, me querían y me aceptaban. Y lo siguen haciendo. Entonces me di cuenta de algo. 
    Me di cuenta de que uno debe querer a los demás con sus fallos y virtudes porque nadie es perfecto, y que lo peor que nadie puede hacer es echarle en cara a alguien sus "cosillas" como si fuesen algo malo porque al fin y al cabo, tanto lo malo como lo bueno de nosotros, nos hace ser quienes somos con toda la certeza de que aunque alguien pueda parecerse físicamente a uno, jamás se parecerá psicológicamente. 
    El conjunto de lo malo "malo" y lo bueno nos hace tener esa esencia única e intentar eliminar lo que no nos gusta de una persona solo nos hace envenenarla contra sí misma, y, posteriormente, contra el mundo.
    Por eso siempre digo que lo que deberíamos hacer todos es mirarnos a nosotros mismos e intentar cambiar aquello que nos parezca incorrecto o, al menos, controlarlo. Esto solo nos da más fuerza porque al cambiar algo de nosotros que consideramos "poco correcto" nos sentimos mejor con nosotros mismos. En cambio, si intentamos modificar a los demás no solo nos sentiremos mal con nosotros mismos a la larga, sino que poco a poco, sin darnos cuenta volveremos al mundo en contra de nosotros y en contra de los demás.


T.

viernes, 19 de junio de 2015

Utópico.


   Hay veces en las que no sabes si defender tus ideales o reírte de ellos.  
   Ya no sé qué es real y lo que no.
   A lo mejor sí es cierto que solo son quimeras, utopías, sueños inalcanzables.
   Blancanieves murió esperando el beso que la despertase.
   La bestia se dio un banquete con Bella.
   Cenicienta jamás encontró al hada madrina. 
   Caperucita murió devorada.
   Hansel y Gretel fueron cocinados en el horno de la bruja.
   Supongo que me he vuelto como Don Quijote y no he sabido diferenciar la realidad de la ficción
   Pero también supongo que no se le pueden enseñar trucos nuevos a un perro viejo.



T.

domingo, 17 de mayo de 2015

Otro amor.


   "En la vida ordinaria, las parejas se enamoran de fuera hacia adentro. Primero se interpone el cuerpo y después, con un poco de suerte llega el alma. Al cruzarse en cualquier parte esos dos seres que luego serán amantes se encuentran con un rostro, unas manos, unas piernas, unos ojos, con la superficie humana que está a la intemperie. A partir de esta atracción física, la pareja se acerca, traba un conocimiento, expresa unos sentimientos, desvela su pasado, proyecta una felicidad común, se va introduciendo en el alma del otro y llega a un momento en que se produce esa conexión deslumbrada de ambos espíritus que se llama amor. Pero cada día son más las parejas que se relacionan por primera vez por medio de Internet. En este caso, al contrario que en la vida ordinaria, el amor se desarrolla de dentro hacia afuera. Alguien lanza un mensaje anónimo a la red, con un nombre supuesto. A este reclamo acude desde el otro lado del planeta una internauta y en la pantalla del ordenador se produce un primer contacto entre dos almas desconocidas que empiezan a ofrecerse datos de su espíritu: deseos, fantasías, falsos sueños, promesas imaginarias, aspiraciones de belleza, todos esos materiales con que se fabrica una gran pasión. El cuerpo no ha intervenido todavía. Una vez enamorados de su alma los internautas comienzan a mandarse fotografías, la de la primera comunión, aquella tan bonita del parque, una de muy joven en que salió guapísimo. Estas imágenes son tan irreales como los sentimientos que previamente estos amantes se habían ofrecido, pero el engaño ya no tiene importancia. Así le sucedió a un gordo y seboso señor de Hamburgo que conectó con una gorda y decrépita señora de Toronto. Se encontraron en un punto virtual de la red. Comenzaron a intercambiarse unos sentimientos delicados, deseos puros o tal vez inconfesables; abrieron sus respectivas almas en el espacio inmaterial y desde esa intimidad, seducidas a causa de tanta perfección, fueron concretando sus figuras y primero se mandaron mutuos retratos donde aparecían jóvenes y radiantes. Finalmente se dieron una cita en el Plaza de Nueva York y allí se descubrieron gordos, viejos e incluso repulsivos, pero ya se habían enamorado ciegamente por dentro. La sorpresa que se llevaron fue la contraria que se produce cuando alguien, fuera de Internet, se enamora de un cuerpo espléndido y se encuentra con un alma idiota" (Manuel Vicent, el País, 10 de enero de 1999).


T.

domingo, 10 de mayo de 2015


        La persona es esclava de sí misma.
  La sociedad se ha convertido a sí misma en una masa de algo monstruoso incapaz de ver más allá de sus narices, convirtiendo la pobreza y el hambre en algo normal que se ve en la televisión a la hora de comer.
   La única supervivencia de nuestra inocencia y la mayor forma de crítica es el arte.
   El artista mantiene vivo al niño que fue.
   El artista ve el mundo a través de unos ojos diferentes, unos ojos críticos.
   El mundo es un reflejo de lo crueles que podemos llegar a ser, preguntándonos si no lo hacemos lo suficientemente mal para hacerlo aún peor.
   Al final somos castigados por nosotros mismos, cada mal pensamiento, cada mala acción poco a poco nos envenena hasta caer en un foso del que es difícil salir, transformándonos en seres grises y decadentes, lo que convierte cualquier forma de expresión en algo triste, haciendo del arte algo completamente inservible.
   Si quisiéramos dar vida a cada buen pensamiento y disfrutar cada buena acción todo ganaría un suspiro de inmensa alegría haciéndonos ver la vida como algo realmente hermoso y creativo como nunca nadie antes podía haber imaginado, dándonos la oportunidad de ser críticos con algo que nosotros mismo hemos convertido en inhumano y monstruoso.
    Es en ese momento cuando el arte cobra sentido.
    Sin el arte, la humanidad es completamente triste.
    Sin la humanidad, el arte resulta inútil.



T.

miércoles, 18 de marzo de 2015

17315


   No sé qué decir.
   No sé qué hacer. Ni qué pensar.
   Si pienso, directamente me vuelvo loca.
   Y pensando y pensando, me doy cuenta que desde hacía mucho antes de que le pasara ya lo sabía.
   Es curioso lo insignificante que es todo, algo tan valioso como es una vida se marcha así sin más, como si no valiese nada, como si se tratase de cualquier tontería.
   Y lo único que te queda es esa media sonrisa dibujada en su rostro.
   Esa paz, esa gratitud.
  Ese vacío interior y esa melancolía que se ahoga con el paso del tiempo, pero que ahí seguirá siempre.
   Y te preguntas por qué ha tenido que ser todo tan pronto.
   Y si te echará de menos.
   Y si volverás a verle sabiendo perfectamente la respuesta.
   Y también si se acordó de ti sabiendo que no os volveríais a ver.
   Si se acordó de todo mientras sucedía.
   Mientras dormía.
   Mientras soñaba.
   Mientras sonreía.
   A las cinco de la mañana.

T.

viernes, 13 de marzo de 2015

Ego.


   Propongo un brindis por todas esas tardes que nos hemos pasado discutiendo por los mismos temas de siempre. Por esas tardes en las que me gritabas palabras hirientes con la estúpida esperanza de que eso pueda hacer que yo llegue a pensar como tú.
    Siento decirte con una sonrisa que te toca joderte, que jamás he pensado ni voy a pensar como tú, no soy tú. Soy yo.
   Estoy harta de que quieras inculcarme una forma de vivir según tu criterio sin tener en cuenta lo que yo pueda pensar al respecto. La verdad es que no sé por qué te sigues esforzando en ello cuando tendrías que tener más que asumido que nunca lo lograrás. 
    Te jode que no sea como tú. Lo sé.
    Te jode que quiera hacer cosas que no crees correctas.
   Incluso creo que acertaría si dijese que tienes un par de adjetivos para mí no muy halagadores. Lo gracioso de todo esto es que eso no me importa.
    Puede que creas que vaya a cambiar de forma de pensar, mientras creas. He esperado mucho, y esperaré este poco tiempo que queda para poder hacer y deshacer. Para poder respirar. Para poder volar.
    Dime todo lo que quieras, grita, patalea, rompe. 
   Mi vida es mi vida y la voy a vivir según mi criterio, que te guste a ti o no es problema tuyo, no mío.
   ¿Y si me equivoco? Aprendo.

  Hasta entonces tendré esperando unos zapatos en la puerta.
T.

domingo, 22 de febrero de 2015

"Human."


  En una cárcel de hueso hay encerrada una bestia. Ahí está presa, conviviendo con fantasmas y glorias. 
  Debajo de esa piel hay un humano, un animal enfermo.
  Esta enfermedad lo dotó de imágenes que solo él podía ver, de fantasías con las que solo él podía soñar, lo que le hizo encontrarse dentro de un mundo interior aparte y contra el mundo que conocía. 
  El ser más extraño de la tierra. El único condenado a vivir en dos mundos.
 Esta es su gloria, esta es su angustia. Condenado a la propensión de caer en una profunda locura mientras lucha contra esos dos mundos tan distintos
  Mientras no intenta cruzar esa línea que separa la locura y la fantasía de la razón. 
  Pero, la razón, lo visible, lo perceptible alguna vez fue una fantasía y ahora es puesta en forma. 
  Todos llaman a los auténticos locos. Aquellos son críticos sin resultar encantadores, en cambio a los anteriores aún les queda esperanza.
   Y ahora es cuando os pregunto quiénes son los verdaderos locos.
 ¿Acaso hay fantasía más fantástica que eso que llamamos "justicia" y eso que llamamos "felicidad"?


T.  

sábado, 31 de enero de 2015

Lo es todo.


  Ayer hubo algo que realmente me cabreó muchísimo. 
  Era por la mañana, estaba en Twitter pasando un poco el rato y me enteré de esa nueva ley aprobada  en educación. Es evidente que no estoy de acuerdo con la ley del 3+2, pero no voy a ponerme a hablar del tema porque me acabaré cabreando y eso es algo que no me apetece demasiado en este momento.
  De lo que quería hablar -que está relacionado- es del hecho de que las carreras de ingeniería y medicina no las hayan tocado. La nueva ley al parecer afecta a todas las carreras excepto a todas las ingenierías y a medicina. 
   ¿Qué es lo que opino yo al respecto? Pues, para ser concisa, me parece una puta mierda.
   Desde luego, entiendo que esas carreras no las hayan tocado para nada porque, en fin, medicina siempre ha destacado por ser complicadísima y en tres años no se forma un buen médico al igual que en tres años no se forma un buen ingeniero. En eso estoy de acuerdo. Pero, ¿quién en su sano juicio ha pensado que en otro tipo de formación universitaria cualquiera una persona va a salir preparada en tres años? Eso ya sí que me ha tocado los huevos. Os explico. A mi forma de ver siempre, si tienen que recortar en algo o quitar algo, van a la cultura -letras, arte, música, fotografía, cine, etc-. Supongo que esto para mí ha sido la gota que ha colmado el vaso porque no entiendo cómo una persona puede pensar que, por ejemplo, ingeniería puede ser más importante que bellas artes o filología. Bueno, sí que lo sé, es que los de letras y los de artes parece que somos los tontos de la clase mientras que a los de ciencias se les venera como si los hubiese parido el mismísimo Zeus
    De acuerdo, respecto a esto solo quiero que nos imaginemos un mundo sin cultura alguna. Sin libros, sin cuadros, sin esculturas, sin música, sin cine, sin teatro, sin moda porque también es cultura -imaginad que fuésemos todos vestidos igual-, sin creatividad. Yo ya me lo estoy imaginando y me pongo de mala hostia y además, triste. Un mundo sin cultura sería un mundo sin historia. La cultura y la historia las conservamos los de letras y los de artes -cualquier tipo de arte-, pero por alguna extraña razón que desconozco no se nos da importancia. De hecho cuando uno dice "soy de artes" o "soy de humanidades" te consideran tonto o algo parecido. Si probamos a decírselo a uno de ciencias se ponen en plan chulos intentando hacerte ver que las ciencias lo son todo. Y no, no lo son todo, porque hay cosas que uno de ciencias no puede hacer al igual que hay cosas que uno de letras tampoco puede.
    Ahora que lo recuerdo, tuve una profesora en cuarto de la E.S.O. que me daba matemáticas, física y biología. Ella sabía que yo quería ir a humanidades, estudiar griego, latín. Me decía "¿para qué quieres aprender griego si es una lengua muerta y no se utiliza?" mientras dábamos trigonometría y ella se disponía a nombrar a los catetos de los triángulos con las letras del alfabeto griego. También recuerdo que una vez me dijo: "¿para qué queremos a los escritores y los libros?" porque ella sabía que yo quiero ser escritora. Era una puta borde, sí. Y, a mi forma de ver, bastante ignorante. ¿Que para qué queremos escritores y libros? Pues no sé entonces con qué va a dar matemáticas o física o biología, que alguien me ilumine porque yo, desde luego, no lo sé.
     También me dijo cosas como que las letras no sirven para nada, y bueno, nada más hay que echar un vistazo a las asignaturas de bachillerato. Los de ciencias tienen que dar obligatoriamente Filosofía, Lengua e Inglés, mientras que en mi bachillerato damos obligatoriamente -y solamente en primero- CMC que es como una pequeña introducción a lo que serían biología y geología. Pensadlo detenidamente.
    Con esto no quiero decir que las letras y el arte sean mejores que las ciencias -para mí son más importantes obviamente porque soy de letras puras-, sino que aprendamos a respetar y veamos la importancia que tiene todo para todo lo que nos rodea. Porque igualmente importantes son un ingeniero, un médico o un matemático como lo son un músico, un escritor o un pintor. Y si no somos capaces de respetar a lo mejor deberíamos volver a la escuela primaria a que nos enseñen modales.

T.

lunes, 12 de enero de 2015

"Recortar e igualar."


    Es posible que esta entrada no la consideres muy buena.
    Es posible que esta entrada apenas ocupe espacio.
    Es posible que cuando termines de leerla no estés de acuerdo conmigo.
    Estoy aquí para expresar cuán harta estoy de que nos dejemos llevar continuamente por la marea, que hagamos las cosas porque los demás las hacen considerando que simplemente porque mucha gente está de acuerdo contigo, eso es lo que está bien.
   Estoy hasta las narices de que todos queramos ser buenos en todo, que queramos destacar en todo, que queramos eclipsar a los verdaderos artistas por puro egoísmo, mas creo que realmente al final de toda esa gente es el artista el que realmente triunfa. Es el alma del verdadero artista la que reluce por encima de cualquier cosa y por mucho que quieran imitar su arte jamás tendrán ese maravilloso toque que hace que llegues al puro éxtasis cuando lees uno de sus libros, ensayos, ves una de sus películas, cuadros, esculturas, escuchas su música.
    Esa manía por recortar y recortar el alma hasta parecerse al de alguien que uno admira, esa manía por querer ser igual o mejor que otro, esa competitividad
    Esa obcecación que resulta muchas veces enfermiza de copiar y copiar para conseguir lo que ha conseguido otro porque sí porque "si éste puede, yo también puedo".
    Esa rabia que se respira cuando vemos que en un par de pinceladas una persona demuestre más autenticidad y talento que nosotros pintando la mayor exposición del mundo.
    Y, al fin y al cabo, ese miedo a ver que alguien es mejor que nosotros en algo.


T.