sábado, 31 de enero de 2015

Lo es todo.


  Ayer hubo algo que realmente me cabreó muchísimo. 
  Era por la mañana, estaba en Twitter pasando un poco el rato y me enteré de esa nueva ley aprobada  en educación. Es evidente que no estoy de acuerdo con la ley del 3+2, pero no voy a ponerme a hablar del tema porque me acabaré cabreando y eso es algo que no me apetece demasiado en este momento.
  De lo que quería hablar -que está relacionado- es del hecho de que las carreras de ingeniería y medicina no las hayan tocado. La nueva ley al parecer afecta a todas las carreras excepto a todas las ingenierías y a medicina. 
   ¿Qué es lo que opino yo al respecto? Pues, para ser concisa, me parece una puta mierda.
   Desde luego, entiendo que esas carreras no las hayan tocado para nada porque, en fin, medicina siempre ha destacado por ser complicadísima y en tres años no se forma un buen médico al igual que en tres años no se forma un buen ingeniero. En eso estoy de acuerdo. Pero, ¿quién en su sano juicio ha pensado que en otro tipo de formación universitaria cualquiera una persona va a salir preparada en tres años? Eso ya sí que me ha tocado los huevos. Os explico. A mi forma de ver siempre, si tienen que recortar en algo o quitar algo, van a la cultura -letras, arte, música, fotografía, cine, etc-. Supongo que esto para mí ha sido la gota que ha colmado el vaso porque no entiendo cómo una persona puede pensar que, por ejemplo, ingeniería puede ser más importante que bellas artes o filología. Bueno, sí que lo sé, es que los de letras y los de artes parece que somos los tontos de la clase mientras que a los de ciencias se les venera como si los hubiese parido el mismísimo Zeus
    De acuerdo, respecto a esto solo quiero que nos imaginemos un mundo sin cultura alguna. Sin libros, sin cuadros, sin esculturas, sin música, sin cine, sin teatro, sin moda porque también es cultura -imaginad que fuésemos todos vestidos igual-, sin creatividad. Yo ya me lo estoy imaginando y me pongo de mala hostia y además, triste. Un mundo sin cultura sería un mundo sin historia. La cultura y la historia las conservamos los de letras y los de artes -cualquier tipo de arte-, pero por alguna extraña razón que desconozco no se nos da importancia. De hecho cuando uno dice "soy de artes" o "soy de humanidades" te consideran tonto o algo parecido. Si probamos a decírselo a uno de ciencias se ponen en plan chulos intentando hacerte ver que las ciencias lo son todo. Y no, no lo son todo, porque hay cosas que uno de ciencias no puede hacer al igual que hay cosas que uno de letras tampoco puede.
    Ahora que lo recuerdo, tuve una profesora en cuarto de la E.S.O. que me daba matemáticas, física y biología. Ella sabía que yo quería ir a humanidades, estudiar griego, latín. Me decía "¿para qué quieres aprender griego si es una lengua muerta y no se utiliza?" mientras dábamos trigonometría y ella se disponía a nombrar a los catetos de los triángulos con las letras del alfabeto griego. También recuerdo que una vez me dijo: "¿para qué queremos a los escritores y los libros?" porque ella sabía que yo quiero ser escritora. Era una puta borde, sí. Y, a mi forma de ver, bastante ignorante. ¿Que para qué queremos escritores y libros? Pues no sé entonces con qué va a dar matemáticas o física o biología, que alguien me ilumine porque yo, desde luego, no lo sé.
     También me dijo cosas como que las letras no sirven para nada, y bueno, nada más hay que echar un vistazo a las asignaturas de bachillerato. Los de ciencias tienen que dar obligatoriamente Filosofía, Lengua e Inglés, mientras que en mi bachillerato damos obligatoriamente -y solamente en primero- CMC que es como una pequeña introducción a lo que serían biología y geología. Pensadlo detenidamente.
    Con esto no quiero decir que las letras y el arte sean mejores que las ciencias -para mí son más importantes obviamente porque soy de letras puras-, sino que aprendamos a respetar y veamos la importancia que tiene todo para todo lo que nos rodea. Porque igualmente importantes son un ingeniero, un médico o un matemático como lo son un músico, un escritor o un pintor. Y si no somos capaces de respetar a lo mejor deberíamos volver a la escuela primaria a que nos enseñen modales.

T.

lunes, 12 de enero de 2015

"Recortar e igualar."


    Es posible que esta entrada no la consideres muy buena.
    Es posible que esta entrada apenas ocupe espacio.
    Es posible que cuando termines de leerla no estés de acuerdo conmigo.
    Estoy aquí para expresar cuán harta estoy de que nos dejemos llevar continuamente por la marea, que hagamos las cosas porque los demás las hacen considerando que simplemente porque mucha gente está de acuerdo contigo, eso es lo que está bien.
   Estoy hasta las narices de que todos queramos ser buenos en todo, que queramos destacar en todo, que queramos eclipsar a los verdaderos artistas por puro egoísmo, mas creo que realmente al final de toda esa gente es el artista el que realmente triunfa. Es el alma del verdadero artista la que reluce por encima de cualquier cosa y por mucho que quieran imitar su arte jamás tendrán ese maravilloso toque que hace que llegues al puro éxtasis cuando lees uno de sus libros, ensayos, ves una de sus películas, cuadros, esculturas, escuchas su música.
    Esa manía por recortar y recortar el alma hasta parecerse al de alguien que uno admira, esa manía por querer ser igual o mejor que otro, esa competitividad
    Esa obcecación que resulta muchas veces enfermiza de copiar y copiar para conseguir lo que ha conseguido otro porque sí porque "si éste puede, yo también puedo".
    Esa rabia que se respira cuando vemos que en un par de pinceladas una persona demuestre más autenticidad y talento que nosotros pintando la mayor exposición del mundo.
    Y, al fin y al cabo, ese miedo a ver que alguien es mejor que nosotros en algo.


T.