sábado, 26 de septiembre de 2015

La otra realidad.

 
    Es increíble que después de una vida de llantos, alegrías y esfuerzos para conseguir lo que uno quiere en el mundo, después de intentar darlo todo en vida, de hacer, deshacer, andar, pensar, leer, decir, aprender... Lo que único que queda sea una caja rota llena de objetos y negativos de antiguas fotos a lo que poca gente sabrá darle valor y que verán inútil
    Lo que no saben es que estamos compuestos de eso, de esa caja rota.
    De cada negativo, de cada carta, incluso de un simple mechero porque los objetos solamente tienen el valor que nosotros les damos.
   ¿Y qué hay más valioso que los recuerdos? 
   Tal vez esto solo sea algo que piensa una eterna humanista que escribe en unas páginas rotas que nadie va a leer y que nadie esté de acuerdo conmigo.
   Pero, ¿acaso al final cuenta algo más? 
 
T.